Documento del Sistema Federal Democrático de Rojava-Norte de Siria
El caos y la crisis social continúan en Siria y Oriente Medio porque la intervención de elementos externos es parte de la crisis y una de sus causas. Las opciones para resolver la crisis siguen resultando inútiles y la intervención extranjera ha complicado la situación y profundizado la crisis aún más. A pesar de los intentos por parte de las Naciones Unidas y las fuerzas de la coalición internacional, la guerra en Siria continúa y se ha convertido en una de las mayores tragedias de la historia contemporánea de la humanidad. Cientos de miles de personas han muerto, las ciudades han sido destruidas y ahora hay millones de refugiados, todo lo cual indica un gran desastre para Siria y Kurdistán. Nos encontramos en un período más extremo y brutal que las invasiones y conquistas mongoles y en un período más oscuro que Al Jahiliyyah. Siria hoy es testigo de una fase extraordinaria de matanzas, una carga insoportable para la conciencia humana.
¿Hacia dónde va la situación? Esta es una pregunta que se plantea a diario. Las respuestas y las opciones que se han propuesto resultan ineficaces. Tanto Ginebra 1 como Ginebra 2 se han demostrado incapaces de llegar a una solución y también se espera que Ginebra 3 vuelva a fallar. Al observar las condiciones de las negociaciones de Ginebra y la presentación de fuerzas que comparten la misma mentalidad que el ISIS como único representante de la oposición, es difícil llegar a una solución permanente para la crisis y, de hecho, podría tener resultados negativos graves. Desde el inicio de la crisis y a pesar de todos los sacrificios que han hecho las naciones de la región, la voluntad del pueblo no se ha tenido en consideración. Por lo tanto, es difícil llegar a una solución social permanente en Siria, Kurdistán y la región en su conjunto.
Sin duda, ésta es la era de los pueblos, las naciones de Oriente Medio, que han luchado batallas históricas contra la tiranía del Estado-nación, la hegemonía del poder y el capital. Los pueblos han decidido decir NO a todo esto y han gritado por la construcción de una sociedad y un mundo libre, democrático y justo. Por desgracia, no han tenido éxito, porque carecían de la organización y de la actitud apropiada y han sido objeto de abuso por parte de fuerzas externas. La primavera de los pueblos podría devenir en otoño, al igual que la “primavera árabe”, si las naciones y las sociedades no logran alcanzar sus objetivos de libertad e igualdad y no resisten de una manera organizada.
El movimiento revolucionario popular ha forjado una gran esperanza para los pueblos de Oriente Medio. Con el fin de alcanzar los objetivos democráticos de la revolución, este movimiento popular tiene la responsabilidad histórica de acabar con el caos y la crisis para conformar las bases de una coexistencia pacífica de las naciones a través de la democracia y para lograr una unión democrática. Por lo tanto, las soluciones y los sistemas federales, que representan la voluntad de los pueblos y las naciones, son una necesidad urgente en esta etapa.
Desarrollo histórico, problemas sociales en Oriente Medio, Siria y Kurdistán y la situación actual.
Con el fin de encontrar una solución global, es necesario dotar de un significado al desarrollo histórico y al cúmulo de problemas que han atravesado las antiguas naciones de Oriente Medio. Desde los albores de la historia, Mesopotamia ha sido el hogar de una vida libre y natural, de la sociedad agrícola y de la primera civilización. La tierra celestial, o el creciente fértil, en la geografía actual, incluye Siria, Líbano y Kurdistán. En esta tierra, y por primera vez en la historia, la humanidad logró su primera revolución -la revolución neolítica, que puede compararse, en su importancia, a la revolución industrial del siglo XVI en Europa. Asimismo, se estableció aquí la cultura de los dioses, una vida libre que creció alrededor de la mujer, los acontecimientos políticos y éticos que llevaron a resistir el tribalismo y que siguen siendo relevantes hoy en día. Esos valores nobles han perpetuado la humanidad y su ética. Los efectos, el patrimonio y la cultura de la época neolítica siguen siendo pertinentes y válidos en la vida cotidiana de la comunidad. Las aldeas comunales libres en Tell Halaf conservan su presencia bajo decenas de colinas, dispersas en las estribaciones de las montañas del Taurus.
La civilización sumeria fue una creación de Oriente Medio y Mesopotamia. Se desarrolló de acuerdo con los valores de la era neolítica y, hasta hoy, sigue siendo la fuente originaria de todas las civilizaciones orientales y occidentales. Asimismo, se establecieron, por primera vez en la historia, el sistema de la ciudad, el país, el reino, las clases, los zigurats, las leyendas, el riego, la literatura escrita, las artes y las ciencias. La civilización sumeria fue un rígido sistema centralista más como las civilizaciones que le siguieron, tales como, la egipcia, acadia, babilónica, asiria, meda, persa, griega y romana. La otra cara de la civilización está representada en la historia de la invasión, la ocupación, la violencia, la guerra y el colonialismo. Por el contrario, la resistencia y la lucha de las naciones, representada en la resistencia de los asirios, sirios, babilonios, amorreos, mitannis, hurritas, casitas, hititas y medos, que jugaron un papel histórico en el desarrollo de la civilización.
La historia de nuestra región, donde vive nuestro pueblo, está llena de las memorias vivas de esta rica historia. Lugares arqueológicos, como Palmira, Mari, Ebla y Ugarit influyen y dirigen nuestra vida.
La aparición de las religiones abrahámicas fue uno de los principales pilares de la resistencia revolucionaria contra la idolatría. Han jugado un importante papel histórico en el desarrollo de los valores morales de las comunidades de Oriente Medio.
Las enseñanzas y la ética de los profetas se mantienen desde hace miles de años y se han convertido en una constante apelación a la conciencia por una sociedad justa, contra la injusticia y la opresión. La prevención de la vida inmoral se ha convertido en una constitución, arraigada en la memoria de las sociedades de Oriente Medio. La lucha de los profetas se ha convertido en una fuente de inspiración para la supervivencia de la sociedad. La lucha de Zaratustra por establecer la justicia social, la lucha de Moisés contra la opresión del Faraón, la crucifixión de Jesucristo a causa de su lucha por alcanzar la igualdad entre las personas, y la resistencia conocida del profeta Mahoma y su Islam revolucionario contra la desigualdad, son todos ejemplos de la evolución histórica de la lucha por la justicia y los derechos. Por otra parte, las enseñanzas del Islam son un ejemplo de una sociedad democrática ordenada recogidas en el Documento de Medina, que establece las normas de convivencia y criminaliza el derramamiento de sangre. Sin embargo, los principios y enseñanzas del Islam han sido subvertidos para servir a los objetivos políticos y autoritarios de la élite durante las épocas omeya y abasí. Se hizo más evidente durante el imperio otomano y las atrocidades cometidas por los sultanes, incluyendo las masacres contra los armenios, asirios, sirios, kurdos, árabes y otros pueblos de la región.
La última aparición del sistema centralista en Oriente Medio fue con la civilización islámica, y todas las intervenciones del Renacimiento contra los problemas acumulados por el progreso hacia el año 1200, no tuvieron éxito. Se vivió una época de decadencia, crisis y agravamiento de los problemas, sobre todo tras perder la batalla contra el auge de la civilización europea occidental, que la despojó de su papel de liderazgo. La cuestión que se ha estado viviendo hasta hoy, la “cuestión de Oriente”, comenzó tras el predominio de la civilización centralista europea y su movimiento hacia la región en 1800. Durante 200 años, la modernidad capitalista ha estado penetrando en la región de diversas formas, añadiendo nuevos problemas a los tradicionales, especialmente en el último siglo, que culminaron en la construcción del estado-nación que, a su vez, dividió la región y se ha convertido en un motivo de caos, conflictos y guerras.
Es bien sabido que una de las principales razones de la Primera Guerra Mundial fue el conflicto sobre el reparto de Oriente Medio. Tras el final de la guerra y el triunfo de las potencias aliadas, la región quedó dividida de acuerdo con la relación de fuerzas e intereses. En 1916, el Acuerdo Sykes-Picot divide Oriente Medio y crea nuevos estados artificiales y las fronteras sólo reflejan los puntos de vista hegemónicos de las potencias imperialistas. Este proyecto obtuvo su legitimidad durante la Conferencia de San Remo el 24 de abril de 1920 y se convirtió en un sistema regional en ese siglo. Los países europeos acordaron el reparto de zonas de influencia y colocaron a Palestina bajo mandato británico de acuerdo con la Declaración Balfour. Así pues, las potencias hegemónicas mundiales dividieron y se repartieron la región, sin ninguna consideración por sus fundamentos étnicos y religiosos. Crearon nuevos estados y dividieron a los kurdos, asirios, sirios y árabes y otros grupos étnicos y religiosos, como los yazidis. Las matanzas de asirios, Sayfo, conllevaron cambios demográficos. Irak, Jordania y Palestina pasaron a formar parte de la esfera de influencia británica, mientras que Siria y Líbano lo eran de la francesa y el mapa de la región se volvió a dibujar.
En la Península Arábiga, a lo largo de la historia, las comunidades han convivido en una asociación cultural y étnica. Sin embargo, la sociedad árabe procedió a dividirse en más de 20 partes. Irak, tal como lo conocemos hoy en día, responde a la forma en que fue establecida por los británicos mediante la unificación de Basora, Mosul y Bagdad -cada uno de ellos era una provincia otomana-. Seguidamente, el rey Faisal Bin Hussein fue instalado como rey y se le prometió que se convertiría en el futuro rey del mayor reino árabe y del califato del Islam. Sin embargo, cuando los franceses se enteraron del plan, lo rechazaron e impusieron la partición de la región. Entre 1916 y 1926, se estableció el Reino de Hejaz, que consistía en la Meca, Medina, Riad y Hejaz, lo que más tarde se conoció como Reino de Arabia Saudita. Después de la derrota de los otomanos por los británicos y sus aliados hashemitas en 1918, el príncipe Faisal bin Al Hussein estableció un gobierno y administración en Damasco y declaró el reino de Siria. Sin embargo, los franceses controlaron Siria tras ordenar el destierro del príncipe Faisal en 1920. A finales de 1920, los estados de Damasco, Alepo, lauitas, drusos se establecieron juntos en un estado autónomo en el Sanjak de Alejandreta. En 1922, se estableció el estado federal sirio, que incluía Damasco, Alepo y los Montes Alauitas. Este estado federal fue abolido en 1924 y, a finales de 1925 y principios de 1926, el Estado de Alepo se fusionó con el Estado de Damasco para establecer el Estado de Siria. Todos los otros estados, incluyendo el área de Al Jazeera, o lo que se llamó el “pico de pato”, que era una región autónoma dada a las tribus kurdas, siríacas y árabes, se fusionaron con el Estado de Siria. Tras la retirada de los franceses, Siria fue testigo de varios conflictos por lograr el poder y se produjeron 7 golpes militares diferentes desde la independencia hasta 1970. Hubo problemas similares en todos los países árabes.
El sistema de mandatos y las viejas potencias coloniales controlaron Oriente Medio y la Península Arábiga. Sin embargo, después de Segunda Guerra Mundial, dejaron establecidos nuevos estados-nación, que fueron controlados por burócratas. Las potencias coloniales auparon a Faisal al poder en Irak y le prometieron el dominio sobre el Gran Estado Árabe. También trajeron al primer defensor del nacionalismo árabe, Sati al-Husri, a Irak -una ideología que fue desarrollada posteriormente por los padres ideológicos fundadores del partido Baaz en Siria, Michel Aflaq y Salah Bitar. Tras la creación del Partido Baaz, que extendió el veneno del nacionalismo y la intolerancia, Michel Aflaq fue exiliado a Jordania y luego a Venezuela por el mismo régimen que él había establecido. Más tarde regresó a Irak iniciando una larga batalla contra el régimen en Siria.
El partido Baaz llegó al poder en Irak y Siria en 1963 como resultado de los golpes militares dirigidos por oficiales del ejército nacionalista hambrientos de poder. Buscaban sus objetivos políticos mediante el engaño de gentes de ambos países, mediante el uso de la retórica islámica y nacionalista, que también utilizaba eslóganes socialistas para ganarse el apoyo de la Unión Soviética. En el plano interno, la retórica socialista sirvió como herramienta para engañar al proletariado. No era socialismo, sino más bien una modernidad capitalista que preparaba sus bases materialistas por 200 años. Dado que la religión y creencias islámicas son muy fuertes en Oriente Medio y entre la sociedad árabe, era necesario tener el glamour del Islam. De hecho, no tenían nada que ver con el Islam, sino que lo utilizaban para alcanzar sus propias agendas políticas.
La característica principal del orden del Partido Socialista Árabe Baaz era la reproducción de la esclavitud. Para los baazistas, el poder significaba hegemonía, violencia y tortura de los ciudadanos. Al examinar el supuesto desarrollo de la unidad árabe logrado por el Baaz, es importante conocer las razones de su fracaso y entender sus verdaderas intenciones. La República Árabe Unida (1958-1961) se estableció como una unión entre Siria y Egipto. Se prolongó durante 3 años y no puede ser descrita como una unión, ya que experimentó muchos problemas y su objetivo no era la construcción de una sociedad democrática unida. Cada lado trató de dominar al otro y se convirtió en un tirano. El poder era la única motivación y objetivo. En vez de lograr la unidad, sus líderes profundizaron la división, que alcanzó un nivel inimaginable.
Del mismo modo, en Siria, el poder del Estado autoritario, establecido por el Partido Baas, se convirtió en una máquina militarizada violenta, produciendo ciudadanos como esclavos. Los servicios de inteligencia y de seguridad habían hecho sangrar la sociedad, especialmente a los kurdos, cuya identidad nacional, idioma, cultura y derechos les fueron negados. La política de arabización se convirtió en la política básica y miles de kurdos fueron despojados de su identidad nacional, lo que les hizo extranjeros en su propio país. Se estableció un cinturón árabe, que llevó a establecer a miles de árabes en aldeas kurdas. La negación, la arabización, la injusticia, el genocidio, la tortura y la violencia eran las políticas y prácticas aplicadas contra los kurdos y todos aquéllos que se oponían. El 12 de marzo de 2004, docenas de casas y propiedades kurdas fueron quemadas. Los kurdos no eran los únicos afectados por la política de arabización, que había tenido un impacto negativo también sobre los propios árabes. Esta política profundizó la división entre los pueblos y desarrolló el odio y la desconfianza Al igual que otros pueblos en Siria, asirios, siríacos y armenios, que tienen una rica historia, también sufrieron la arabización y la negación de sus derechos, su lengua y su cultura. Estas naciones son la memoria de Oriente Medio y sus sociedades están muy avanzadas en las esferas del arte, la ciencia y la cultura. El control de estas sociedades y su mantenimiento bajo presión ha retrasado su desarrollo y ha tenido un impacto negativo en el desarrollo de Siria. Está claro que la autoridad ostenta el poder, no el pueblo árabe, y desarrolla este tipo de políticas inhumanas y opresivas. Estas fuerzas que controlan el estado para sus propios intereses han llegado a ser como animales que consumen a la sociedad. La razón principal para el caos y la crisis actual en Siria es la política excluyente, sangrienta y violenta del régimen baazista contra los pueblos de Siria.
Sin lugar a dudas, la continuación del caos en Siria no se limita a la presión del régimen -el régimen, de hecho, está al borde del colapso- sino también al apoyo de fuerzas externas a este régimen, sin las cuales no habría sobrevivido durante más de unos pocos meses. Por lo tanto, las potencias internacionales y regionales, como Turquía, así como el propio régimen, son los culpables de la situación actual en Siria. Turquía y sus aliados regionales han ayudado, organizado y desarrollado el ISIS, Jabhet Al Nusra y Ahrar Al Sham y otras organizaciones inhumanas que se han convertido en herramientas para la destrucción de la humanidad. Esas fuerzas han afectado a los pueblos de la región, especialmente a los kurdos, y representan una amenaza directa a las fuerzas de la oposición democrática. Esas fuerzas inhumanas que son apoyadas por Turquía representan una amenaza para nuestro pueblo -una amenaza que supera al fascismo de Hitler-. La tarea inmediata es liquidar esos grupos terroristas y salvar a la sociedad de su maldad. Es hora de que las fuerzas internacionales y las Naciones Unidas asuman sus responsabilidades teóricas y prácticas.
La solución de la Nación Democrática y el Federalismo Democrático en Siria
Está claro que los acontecimientos en Oriente Medio y Siria y la destrucción han sido causados por los opresivos Estados-nación. Las sociedades, por tanto, no pueden ser dirigidas por el viejo estilo de gobierno de los estados opresores. La era del estado-nación ha pasado. De hecho, es la era de la sociedad democrática. Es un período de naciones democráticas y el establecimiento de federaciones, similares a la UE, que se ha dado cuenta de este hecho. La UE rara vez da un verdadero valor a este modelo mediante el desarrollo de normas y convenciones democráticas con el fin de resolver los problemas a través del diálogo y el consenso. La unidad, la hermandad y la vida en comunidad están profundamente arraigadas en la historia y la cultura de Oriente Medio, más que en Europa. A pesar de la fragmentación y la marginación de las sociedades de Oriente Medio, que han tenido lugar en el marco del modelo del estado-nación dirigido por la élite gobernante, los pueblos han decidido vivir juntos en paz. Las naciones y las sociedades no sabían de políticas de odio, hostilidad y marcas de fronteras. Los poderes hegemónicos internos y externos son aquéllos que complican los problemas y crean los conflictos.
En este caso, la solución realista en Siria es el modelo de nación democrática y el federalismo democrático es la opción ideal para el desarrollo de soluciones. Al superar la estructura del estado-nación fanático, se podría crear una posibilidad para resolver los problemas sociales por la vía democrática.
De acuerdo con ello, la búsqueda de soluciones permanentes para los problemas no puede ser posible con la existencia del estado-nación. Hay que cambiar a la nación democrática. Aún más, todas las consultas internacionales sobre el futuro de Siria giran en torno al sistema de estado centralista. La percepción de una Siria descentralizada es la opción que están considerando actualmente todas las potencias internacionales influyentes. Nosotros, como oposición democrática popular, hemos propuesto desde el principio el federalismo democrático como una solución para Siria, que ha demostrado ser una solución correcta y precisa. Sobre esta base, el Estado sirio y el orden social deben comprometerse a reconstruir y renovar las estructuras políticas, jurídicas, de defensa, las estructuras sociales, intelectuales y económicas en Siria sobre la base de la democracia. Además, un contrato social democrático que garantice los derechos fundamentales y la independencia de todos los pueblos y grupos sociales. Este contrato social también debe garantizar los derechos y las características de las comunidades que darán forma al modelo de administración en Siria (El Federalismo Democrático Sirio).
En Siria, no son adecuados ni un régimen tiránico único ni la fragmentación de los pueblos. Estos métodos sólo pueden conllevar un sinfín de guerras y masacres. El Federalismo Democrático es la única manera de garantizar los derechos de los pueblos en un sistema democrático unido basado en una visión global clara y en la potencia teórica e intelectual de la filosofía del sistema democrático social. Es el sistema de la sociedad democrática, basada en la unión voluntaria entre los pueblos y grupos, que viven en una sociedad libre, igualitaria y justa. En este sistema, las sociedades son iguales y un grupo étnico o un grupo religioso no pueden dominar sobre los demás. Las sociedades conservarán su identidad única y la libertad dentro de este sistema. Por lo tanto, el federalismo democrático es la manera de garantizar la independencia democrática entre áreas y grupos.
Lo que se requiere es un cierto grado de autosuficiencia en cada región y un lugar en el federalismo democrático. La sociedad debe reconocer que la consecución de una sociedad ecológica, democrática y equilibrada precisa una gran unión, al tiempo que se mantiene la propia identidad dentro de un sistema democrático federal. Este sistema no es solamente para Siria sino para resolver los problemas históricos y sociales, profundamente arraigados y complejos, de Oriente Medio. En este caso, el federalismo democrático en Siria lo componen árabes, kurdos, sirios, asirios, armenios, turcomanos, chechenos, musulmanes, cristianos, drusos, alauitas y yazidis y otros grupos étnico-religiosos.
Al organizar las regiones federales en Siria de acuerdo con el nuevo sistema administrativo, político y social, los actuales problemas regionales y la situación social deben ser considerados dentro de la unidad de Siria. Además, el número y la calidad de las regiones federales deben tenerse en cuenta a través de un acuerdo entre las comunidades locales y sus representantes en lugar de mediante una decisión individualista impuesta sobre ellas.
Todas las comunidades tienen el derecho a utilizar su lengua materna en todos los ámbitos de la vida pública, incluyendo la educación y la enseñanza, y también el derecho a practicar libremente sus ritos religiosos. La instituciones y organizaciones que dirigen los asuntos sociales no tienen el derecho de hablar en nombre de un grupo religioso. La administración debe basarse en el respeto de todas las religiones y sectas, y debe ser democrático y mantener la neutralidad.
En el federalismo democrático sirio, debemos comprometernos a cumplir con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por las Naciones Unidas y las demás convenciones de derechos humanos.
El Sistema Democrático Federal de Rojava – Norte de Siria
El sistema de nación democrática y el sistema federal democrático son la opción más adecuada y viable para discutir la situación en Siria. Además, es poco probable alcanzar otras opciones para resolver los problemas de Siria. Por lo tanto, el establecimiento de un sistema democrático federal en Rojava y el norte de Siria es una necesidad por razones históricas y sociales que se pueden resumir de la siguiente manera:
El norte de Siria y Rojava ha sido históricamente una región de relaciones entre tribus arias y semitas asentadas allí y el centro de la revolución neolítica. Cuando mencionamos la comunidad rural agrícola -sus características siguen siendo relevantes hoy en día- recordamos el norte de Siria y el Kurdistán sirio. Podemos ver las huellas de todas las civilizaciones aquí. Es un mosaico de pueblos y comunidades que han vivido juntas durante toda la historia. Se sabe que los árabes, kurdos y turcomanos, asirios y chechenos y otros pueblos y grupos han vivido en paz en esta región durante cientos de años. Esta geografía, en la medida en que representa el norte de Siria, es la región del Kurdistán sirio-Rojava y los sirios y asirios lo llaman Bet Nahrain; cada comunidad lo denomina de diferente forma, de acuerdo a su perspectiva histórica y social. Sin lugar a dudas, es el enfoque natural y democrático. Cada denominación tiene un valor, por lo que el Federalismo Democrático de Rojava-Norte de Siria se basa en la herencia de los profetas y de los ancianos que se dirigieron a la conciencia y buscaban la verdad y la justicia para la humanidad. Su fuerza deriva de la rica cultura de Mesopotamia y de la estructura comunal democrática de la sociedad natural, que rechaza la sociedad de un Estado centralista, desde el sistema de clanes y a lo largo de la historia hasta nuestros días.
En cuanto a la situación actual, está vinculada a los acontecimientos políticos y militares. La crisis ha entrado en su sexto año y Rojava, especialmente Kobani, ha sido testigo de los enfrentamientos más violentos de esta guerra. Kobani ha escrito la mayor épica de heroísmo en este siglo. A pesar de la capcidad del ISIS, que incluía a miembros de 80 países diferentes, la resistencia y la lucha de las YPG, YPJ, la Oficina de Seguridad Siria, Al Sanadeed, Asayesh y todas las demás unidades militares y miembros de las Fuerzas Democráticas Sirias, fueron muy impresionante. Este es un hecho que ha sido reconocido por los pueblos democráticos y progresistas del mundo. Es la victoria del trabajador pueblo sirio.
Ciertamente, la guerra no ha terminado todavía y no podemos pensar que se ha llegado a un punto de inflexión histórico. Los pueblos de la región, especialmente los kurdos, han luchado para vivir juntos en un país justo, libre y democrático. Estos eran también los objetivos de la “primavera árabe”. El movimiento revolucionario hará de esta fantasía una realidad viva mediante el desarrollo del proyecto Democrático Federal de Rojava-Norte de Siria.
Lo que es más importante aún, no está claro cuándo terminará la guerra en Siria y lo que depara el futuro y, por lo tanto, no se prevén una paz y estabilidad cercanas. La guerra podría continuar durante otros 5 ó 10 años. En consecuencia, a los pueblos de las áreas liberadas por las YPG y las Fuerzas Democráticas Sirias se les debe permitir organizarse y construir sus propias autoadministraciones y un sistema social que les permita resolver sus propios problemas. Han pasado tres años desde la creación de la auto-administración democrática de Rojava y se ha adquirido suficiente experiencia para ayudar a otras áreas. Por lo tanto, para el establecimiento de la Federación Democrática de Rojava-Norte de Siria se hace necesaria una coordinación entre las áreas de las autoadministraciones. Así pues, la organización de ésta es una tarea urgente para satisfacer esta necesidad. Este proyecto capacitará a la Federación Democrática de Siria y le ayudará a resolver los problemas democráticamente y será un importante punto de partida para construir una Siria libre.
Los objetivos del sistema Federal Democrático de Rojava-Norte de Siria
Es necesario subrayar el papel de los mártires en la consecución de una vida libre y que han escrito la mayor épica de heroísmo. Ellos son los que ayudaron a nuestra gente a alcanzar la situación actual.
En consecuencia, los objetivos del Sistema Federal Democrático de Rojava-Norte de Siria son los siguientes:
1. Garantizar los derechos fundamentales y la libertad de los pueblos y grupos que viven en Siria, y para lograr un sistema social justo, libre y democrático que no busca restaurar el estado incoherente, sino que trata de organizar las instituciones democráticas de la sociedad, a partir de las convenciones internacionales de derechos humanos.
2. Lograr una Siria democrática y federal, en lugar de una administración centralizada, teniendo en cuenta las características históricas, geográficas, culturales, demográficas y económicas al establecer federaciones democráticas.
3. Configurar regiones auto-administrativas que organicen y dirijan sus propios asuntos de acuerdo con los principios de la autoadministración democrática en la vida económica, social, seguridad, salud, educación, defensa y áreas culturales. Las fronteras de las regiones y sus facultades y derechos serán determinados por las leyes de la Federación Democrática de Rojava-Norte de Siria.
4. Liberar al individuo y organizar comunidades y pueblos. Cada región elabora e implementa sus propias decisiones siempre que no entren en conflicto con los principios del contrato social, que será aprobado por la libre voluntad de las personas. El contrato social de la Autoadministración Democrática sigue siendo la fuente principal. Las comunidades y los pueblos se organizan a nivel federal y son responsables de la fundación de sus propias auto-administraciones.
5. La libertad de las mujeres es la esencia del sistema Federal Democrático. Las mujeres tienen derecho a la igualdad de oportunidades y a la participación y a tomar decisiones sobre sus propios problemas. Las mujeres también estarán representadas por igual en todos los aspectos de la vida social, política y económica. Ha de aplicarse el principio de la copresidencia, que se basa en la igualdad entre los sexos en todos los aspectos del sistema socio-político. Las mujeres tienen derecho a organizarse de manera independiente en el Sistema Federal Democrático.
6. El sistema social en el Sistema Democrático Federal de Rojava-Norte del Kurdistán se organiza a partir de los consejos, las academias, las comunas y las cooperativas. Estas instituciones obtienen su legitimidad a través de las elecciones libres por las comunidades locales y generales. Cada administración elegida es controlada por los organismos que han elegido sus miembros y se someten a un examen anual por los mismos, que también tienen el derecho a retirar a sus representantes por el mismo método.
7. Construir una industria ecológica, respetuosa con el medio ambiente, y una economía comunal y no permitir la explotación del capital y la monopolización de los beneficios. Tratar de lograr un nivel decente de vida económica, cubriendo las necesidades materiales y sociales.
8. Desarrollar el concepto de legítima defensa para proteger a la nación y al pueblo. Reconocer los derechos de los grupos a su legítima autodefensa; las fuerzas sociales organizadas y su participación democrática son la base de la defensa legítima.
9. El Sistema Democrático Federal de Rojava-Norte de Siria adopta las virtudes políticas y morales, que se forman a partir de la trinidad de la sociedad democrática, la ecología y la libertad de las mujeres. Basa sus relaciones internacionales y regionales sobre la paz, el diálogo y el consenso. También persigue una política de amistad y de paz como estrategia clave en la política internacional.
10. Todos los pueblos y comunidades que viven en Siria tienen el derecho a establecer asociaciones políticas, económicas, sociales y culturales democráticas con quienes consideren conveniente o compartan similar creencia y cultura de naciones y sociedades regionales e internacionales, a condición de que esta relación no interfiera con los objetivos e intereses de las Federaciones Democráticas de Siria.
11. A nivel regional, el Sistema Democrático Federal de Rojava-Norte de Siria tiene por objeto lograr una federación democrática en Oriente Medio y el desarrollo de una unión democrática entre todos los pueblos que viven en Oriente Medio en todos los aspectos políticos, económicos, culturales y sociales. Va más allá de las fronteras nacionales del estado para lograr una vida pacífica, fraterna y de buena vecindad.
12. El Sistema Democrático Federal de Rojava-Norte de Siria cree en el papel de liderazgo de los jóvenes en la sociedad y los considera como su fuerza efectiva y asegura su participación en todos los campos.
13. Un sistema democrático federal garantiza la unidad del territorio sirio.
La Asamblea Constituyente del Sistema Democrático Federal de Rojava-Norte de Siria.
17/03/2016
(Traducción: Rojava Azadî)